lunes, 29 de junio de 2009

Sabores y sinsabores


Hay un trago con sabor amargo en todo ésto. Beber con ansia las últimas gotas de zumo que saldrán de esta naranja.

viernes, 26 de junio de 2009

Libertad, bonita palabra.


Ya se siente aquí la libertad deseada. Apenas unas horas y ya se siente.

Vértigo.

Ya da miedo el tiempo libre. Días de calor y noches solitarias.

Rápido.

Busquemos pasatiempos con ansia. No sea que la libertad nos atrape.

Busquemos.

Antes de que el tiempo nos coma, comámoslo nosotros a él.


domingo, 14 de junio de 2009

Figurita de porcelana


          Bonito adorno que cambia de sitio dependiendo de dónde se le antoje más según el día.

          Como toda figurita de porcelana barata, la guardará con cariño. Es mucho el tiempo que se ha preocupado por quitarla el polvo regularmente y por que no se rompiera en añicos como para que ahora se arriesgue a que se caiga contra el suelo.

          Entonces la guardará. La guardará tanto, lo hará con tanta prudencia producida por el miedo a que se le rompa debido a lo que la quiere, que terminará entre algodones, sí, pero en una caja, metida ésta en un cajón, en un cajón dentro de un armario con mil puertas. 

          Así nunca la perderá, nunca se romperá pero, de tan guardada, se transformará en escondida y entonces nunca recordará dónde la tiene.

P.D. y... ¿quién no ha tenido nunca una de esas figuritas que un año después se encuentra buscando unas sábanas limpias de verano?

(11 -  juino - 2009)

domingo, 7 de junio de 2009

Tal cual.


De cero a cien con una imagen. De cien a cero con un recuerdo.       

          Quería escupir pero tenía la boca seca. Y gritar pero no quería despertar a nadie. Olvidar, pero desharía la vida. Quería empezar, renovar, sonreírle, caminar, comer helado pero ahí estaba, tumbada en la luz roja de nuevo. En el placer que sí sabía que algún día tenía que terminar, en la seguridad que sí tenía de lo que estaba haciendo: sabía que de nuevo estaba en la luz roja, en la atmósfera roja, en la cama roja, con la piel roja de calor y de caricias. En el placer prohibido que no quería prohibirse.

Hacen falta dos para bailar y tres para variar.

P.D. Si llegamos a cuatro, podemos ir de cañas.

(10 -  junio - 2009)