miércoles, 30 de diciembre de 2009

Quiero hacer palabras.


Las palabras se entienden difícilmente. Más difícilmente si uno no se siente identificado con ellas. Imposible si no se quiere entender. Pararse un ratito y dejar de jugar una partida más, o dejar de tomarse un café más o responder a las mil conversaciones que se mantienen por messenger y similares al mismo tiempo un poco más tarde... imposible.

Negación rotunda ante la posibilidad de querer entender las palabras que alguien nos tiende desde otro lado, otro tiempo, otra visión o desde su sentimiento.

Negación de las personas privilegiadas que tienen el privilegio de tener otra persona que les haga palabras con tanto gusto como les haría el amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario