...ni lágrimas improductivas.
Y éso será una hostilidad mía conmigo y un castigo por la condena autoimpuesta y un peso que alimento y una pena que alargo y un amor que adoro, que guardo, que impongo, que llevo conmigo, que alimento y lucho por, si no avivar, mantener vivo.
Y al fin y al cabo amarrarse las manos en algunos momentos, morderse la lengua o el labio, sonreír o acariciar, besar rápido y a veces también mal, dejar las cosas a medias por las prisas, por la rabia, por el conocimiento, por la escasez y el exceso, por el miedo y por la indecisión, son diferentes maneras de hacerlo.
A veces también cosas más estúpidas como la proposición, la intertextualidad o la reescritura.
A pesar de poseer las palabras mágicas.
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