martes, 8 de mayo de 2012

Apunten ¡Fuego!

No tocan porque creen que se van a quemar. Se cuidan de nada en realidad. Creo que ellos no pueden saber que yo no quiero quemar. Quiero dulcificar. Y ser abrasada. Ahora que el perpetuo estado de guerra fría me es familiar y puedo convivir con él como si ésto fuera lo normal. Como si ésto fuera como tiene que ser la vida. Encontrarle el gusto a todo y hacerse de un metal precioso que no pueda quemar a nadie pero al que un calor excepcional, en algún momento, pueda llegar a fundir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario